Las Tres Novelas de Candy Candy.
Cuando se hubo terminado de publicar los nueve volúmenes del manga, Kyoko Mizuki escribe y publica en el año 1978 - a petición de los lectores- un intento de secuela en la cual esboza algunos detalles de la vida de nuestra heroína después del final de la historieta. Desafortunadamente la historia sólo fue publicada en japonés, sin imágenes que acompañasen al texto.
Volumen 1
Volumen 2
Volumen 3
Poco hay en esta historia que realmente nos devele el destino de Candy. Sin embargo, sabemos por estas 3 mininovelas, que nuestra amiga se queda a vivir en el Hogar de Pony al lado de la Srta. Pony la Hna. María, mientras que Albert maneja los negocios de los Andley, Archie y Annie continúan teniendo una relación estable, Neil y Elisa siguen intrigando como siempre, y Patty se convierte en maestra de escuela. Los acontecimientos que ocurren en las novelas se resumen así:
El primer y segundo volúmen hacen énfasis en el personaje de George (el hombre que estuvo a cargo del cuidado de Candy durante su viaje en barco a Inglaterra). Se devela el misterio de su origen: Se trataba de un niño francés huérfano, quién hurtó las maletas del padre de Albert durante un viaje. El Sr. Andley se lo llevó con él a Estados Unidos para criarlo como si fuese su propio hijo. Antes de morir, el Sr. Andley le pidió a George que cuidara de Albert.
En cuanto a Candy, se mantiene comunicada con sus amigos a través de cartas, sigue viviendo en el Hogar de Pony.
Albert continúa con sus compromisos de negocios y sus obligaciones como cabeza de la familia Andley, realizando constantes viajes.
Annie y Archie están comprometidos en matrimonio, Eliza y Neil siguen haciendo de las suyas y hacen todo lo posible por romper la relación entre la pareja, pero no lo consiguen.
Terry sigue en Nueva York, actuando en Broadway y cuidando de Susanna.
El tercer volúmen es el que más nos interesa: aparecen en él una serie de cartas que nos dejan llenos de dudas y alimentan las espectativas de los fans:
- Primero, Susanna le escribe una carta a Candy.
- Candy le escribe una carta a Susanna y a Terry, pero no las envía
- Albert le escribe una carta a Candy.
- Ella le responde a él con otra carta.
Después de un par de años de silencio, Susanna le escribe a Candy. Querida Candy: |
Candy escribe una carta de respuesta a Susanna Querida Susanna: |
No satisfecha del todo, Candy escribe una carta para Terry. Querido Terry: |
Después de este arranque de generosidad, la voluntad
de Candy flaquea y finalmente no manda ninguna de las
dos cartas. Sin embargo, recibe otra carta en un tono
muy distinto. Esta vez quien escribe es Albert
De Albert para Candy. Querida Candy: |
Respuesta de Candy para Albert. Querido William Albert Andley: |
Conozco el revuelo que causó entre nosotros el conocer este nuevo “final” que Mizuki dio a nuestra historia en 1978. En su momento no hablé mucho al respecto y preferí guardarme mis opiniones comentándolas solamente con algunos de los fans más allegados a mi. Pasó el tiempo y las famosas “cartas” quedaron en el olvido, al parecer, pero a mi me han seguido revoloteando en la cabeza. A continuación les doy mi interpretación sobre la existencia de esas tres novelas.A mi modo de ver, las tres novelas presentan un contenido que obedece a varios motivos. Primero que nada un motivo comercial, en segundo lugar un motivo artístico y por último un motivo sentimental.
En un primer término es necesario que recordemos que desde el momento en que Mizuki terminó de escribir el guión del manga en marzo de 1978 la respuesta de los fanáticos fue abrumadora. Los fans japoneses – al igual que lo harían después los fans del resto del mundo- pidieron una continuación. Pero Mizuki, apoyada por su jefe de redacción, insistió que el final dado a CC era el mejor porque “dejaba muchas cosas a la imaginación”. Lo anterior lo afirma la propia Mizuki en una de las cartas que ella envió a nuestra amiga Nila Buroassa las cuales se pueden leer en la página de Elaine Mejía.
Sin embargo, la insistencia de los fanáticos fue tal que a pesar de su firme resolución, tres meses después (en mayo de 1978) Mizuki escribe las Tres Novelas de Candy Candy. ¿Por qué este cambio de opinión? Yo creo que antes que cualquier otra cosa esta decisión se dio por motivos comerciales. Era obvio que los fanáticos querían más de CC y por lo tanto Kodansha no deseaba dejar pasar la oportunidad para hacer más dinero. Esta vez no hubo participación directa de Igarashi, ya que no se hicieron nuevos dibujos para las novelas, sólo se publicó el trabajo de Mizuki y para la portada se usaron imágenes que Igarashi había dibujado para los “art books”.
Yo creo que las voces de los fanáticos fueron tan fuertes que Kodansha terminó presionando a Mizuki para que escribiera esa minisecuela y la escritora cedió a dicha presión. Esa es la razón comercial que yo le atribuyo a las cartas.
A pesar de lo anterior, yo creo observar un motivo sentimental detrás del motivo comercial.. En las primeras novelas es, a mi modo de ver, muy claro que Mizuki aprovecha para publicar cosas que “se le habían quedado en el tintero”, cosas que tal vez no pudo presentar en el manga pero que ya tenía en mente desde antes. Así tenemos una novela dedicada al personaje de George que juega un rol poco importante en el manga y que de repente se manifiesta como la figura detrás de Albert. Yo infiero que el episodio sobre George es parte de ese perfil más profundo y definido que Mizuki quería darle a Albert como un personaje “adulto”, como ella misma afirmó una vez, pero que no fue posible publicar porque el manga estaba dirigido a adolescentes y había matices en el personaje de Albert que aquel público no entendería.
En un último lugar, y esto es tal vez lo más importante, yo veo en las novelas un motivo artístico. Es claro que Mizuki no quería hacer la secuela, ella estaba muy firme en no escribirla. Es más, aún años después de publicar las novelas ella escribe “ Cuando tenía la oportunidad de conocer fanáticos de Candy Candy, ellos siempre me preguntaban por la continuación, y yo les respondía con mi firme opinión (es decir, "no")”.
A Mizuki en verdad la seducía mucho la ambigüedad del final que había escrito. Creo yo que estaba muy contenta con ese logro de haber despertado tanta expectación por parte de los fanáticos y de verdad creía que lo mejor era que cada quien se imaginara su propio final. Cuando ella escribe las novelas –tal vez presionada por Kodansha- ella no cede realmente. Es decir, sí escribe las novelas pero no da en ella mayores pistas que las que nos presenta el manga en si mismo. Ella mantiene su convicción artística hasta el último momento y no nos da pie a ninguno de los dos grandes grupos de sus fanáticos para sentirnos más favorecidos que el otro grupo.
¿Qué quiero decir con esto? Bueno, es obvio que la gran mayoría de los fanáticos están divididos, hasta el día de hoy, en dos grandes grupos. Los que les gustaría que Terry volviese a tomar un papel protagónico como pareja de Candy y los que preferirían que Albert al fin definiese sus sentimientos hacia Candy en una relación amorosa, en la cual la protagonista le correspondiese. Estos son dos puntos de vista solamente, aunque todos los fanáticos tengamos un amor en común, el amor por Candy.
Pero ¡Oh gran sorpresa! En las novelas Mizuki no nos da suficientes argumentos a ninguno de los dos grupos como para decir ¡Ajá, lo sabía! ¡Entonces sí es verdad que Candy va a tener una relación amorosa con . . . .! Yo diría que nos da las mismas respuestas que nos dio en el manga nueve, con la misma intensidad y ambigüedad que en las últimas páginas de ese maravillosamente intrigante manga.
He aquí mi interpretación de las cartas:
Por un lado Candy sostiene una muy tierna correspondencia con Albert en la cual ella “le agradece a sus padres por haberla abandonado” hecho que le permitió tener la dicha de conocer a “una persona tan noble” como Albert. Él, que se encuentra ausente por negocios, le escribe para invitarla a hacer un viaje junto con él, a lo que ella contesta que lo hará con gusto y que lo esperará con ansias. Incluso no puede dormir de la emoción de saber que cualquier día él llegará a buscarla. Ante este punto los Albert-fanáticos deberían de sentirse muy contentos porque parecería evidente que por lo menos, la relación entre Candy y Albert se mantiene igual de unida y tal vez aún más cercana que antes. No obstante, me decepcionan dos cosas de esta carta.
Uno, que la carta de Albert es bastante lacónica y breve y no presenta ningún indicio directo del interés romántico de Albert. Ni siquiera la firma de manera cariñosa. Solamente le dice “hasta luego”. Aunque Candy sí lo hace con mayor vehemencia escribiendo “Con mucho cariño”. Dos, que Candy sigue llamando a su amigo, Albert-san, denotando cierto respeto o distancia social en su tratamiento.
Por otra parte los Terry-fanáticos casi se cortan las venas cuando leen las cartas que Candy le escribe a Susana y a Terry. Y no es para menos. Pero si analizamos las cosas con cuidado podemos leer cosas interesantes. Antes de llegar a las famosas cartas quisiera retomar una línea importantísima que dice Candy en el manga nueve.
Cuando Candy ya ha descubierto quién es el abuelo William, pasa unos momentos muy lindos al lado de Albert en el bosque de la mansión del Lakewood y en la cabaña del bosque mismo. Ambos están mirando al fuego y Candy piensa inmediatamente en Terry, a lo que Albert, como si tuviera telepatía le comenta en ese preciso momento que se enteró de que Terry ha vuelto a Broadway. Candy piensa entonces estas famosas líneas : “Las circunstancias nos separaron . . .lentamente estoy empezando a olvidar” (Esta parte está basada en el manga japonés. Honestamente la versión francesa es mucho más poética y bella que lo que escribió Mizuki, pero creo que en todo caso el significado es el mismo). Aquí sin duda nos da pie para pensar que Candy, por lo menos lentamente, se está olvidando de Terry . . . ¡PERO! ¡Oh ironía! Un minuto antes de que Albert le comentara sobre las noticias ella estaba pensando en Terry ¿Se está Candy contradiciendo? ¿Está tratando de convencerse de algo que no es cierto? Especulaciones, especulaciones, sólo eso. No podemos saber a ciencia cierta porque el tema no se vuelve a tocar, hasta que llegaron las famosas cartas.
Candy le escribe a Susana una carta con un contenido que “era de esperarse” en alguien como Candy. Ni una palabra de reclamo, todo lo contrario, en su carta todo es amabilidad, sincera simpatía y preocupación por el bienestar de Susana y de Terry. Ante la terrible verdad que Susana confiesa cuando dice “yo sé dónde está el corazón de Terry”, Candy solamente contesta que “Ahora él ya está en mi pasado y yo no vuelvo la mirada atrás.” Y para rematar el asunto Candy le escribe una carta a Terry diciéndole “Yo estoy muy bien, tú ya estás en mi pasado” Si en este punto Mizuki hubiera dejado las cosas, entonces sí, podríamos decir con toda confianza: “definitivamente Terry ya es historia, pasemos ahora al asunto llamado Albert”
Pero una vez más. Fiel a su decisión artística de dejar las cosas en un aire ambiguo y abierto a ambas posibilidades, Mizuki añade un gesto intrigante. Candy escribe las cartas y en último momento NO LAS ENVÍA. Como si las cosas dichas ahí le doliesen demasiado, o como si no fueran ciertas. Entonces los Terry-fanáticos también pueden estar contentos porque pueden seguir contando con que al final de la historia Terry, después de los años, no se ha casado aún con Susana y sigue enamorado de Candy y ella, por su parte, no parece haber superado del todo la separación.
Ambos bandos pueden estar “satisfechos” y Mizuki se salió con la suya. No nos dio a conocer información lo suficientemente conclusiva, lo dejó IGUAL, a como estaba en el manga nueve, sólo que con conocimiento de mayores detalles y con una afirmación, a través de las cartas, que los personajes de Terry y Albert siguen teniendo un peso especial en el corazón de Candy. Pero no sabemos más. No nos da pie a más.
Con el paso de los años Mizuki pareció cambiar de opinión. Digamos que en la década de los noventa empieza a gestarse ese cambio y nace en ella la idea de “querer escribir” la tan cacareada secuela – espero yo que más definida que las novelas – pero entonces sobreviene el problema legal con Igarashi y este proyecto se queda pendiente hasta el día de hoy, en que una Mizuki muy cansada por el pesado proceso legal nos escribe diciendo que al menos por el momento no tiene ánimos para ponerse a escribir . . . . En fin . . . Parece que deberemos seguir conformándonos con ese final de dos caras. Ahora chicos tomen sus margaritas y deshójenlas diciendo: “Candy quiere a Terry . . . . Candy quiere a Albert. . . mucho . . . poquito . . . nada . .. “ ¡Caray a este paso voy a pagarle los estudios universitarios al hijo del dueño de la florería!
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Candy Candy Novels
Todos los derechos reservados.
Prohibida su reproducción.
Primera edición. Japón 1979
Copyright Kyoko Mizuki 1978-1979, 1990
Agradecimientos especiales a Hitomi Fuji, fan japonesa y traductora de las cartas al inglés,
y a Michie, quien las tradujo del inglés al español. Agradezco también a Alys Avalos, Nila Bourassa y Sophie Bessiere,
la información e imágenes de las novelas aquí desplegada son cortesía de los siguientes websites:
http://www.geocities.com/alysavalos/
http://members.tripod.com/~candyterri/candyterriindex-3.html
http://www.multimania.com/aupaysdecandy/